Aún cuando el electrodoméstico disponga de descongelado automático, es recomendable hacerlo manualmente al menos una vez por año. Además aprovechar esto para hacer una limpieza profunda del freezer o congelador.
Para proceder al descongelado, desenchúfe el electrodoméstico, retire todo lo que haya adentro, abra las puertas, manténgalo así por un día. En el caso de que no disponga de tiempo, puede acelerar el descongelado con la ayuda de agua caliente vertida con presión en todos aquellos lugares donde sabe son más proclives a congelarse. También siguiendo la misma idea del agua caliente, podría meter en el freezer una olla llena de esta agua, cuyo vapor caliente incrementará el descongelado. Otros métodos son usar un secador de pelo o un ventilador puesto enfrente para que el aire de a temperatura ambiente asista en el deshielo.
Si el electrodoméstico tiene un sistema de descongelado, el trabajo será menor, ya que tendrá poco hielo acumulado, además de se descongelará a velocidad. Evite usar objetos puntiagudos o cortantes para tratar de sacar el hielo pues corre el riesgo de dañar la superficie interna del congelador, y eso es prácticamente imposible de reparar.
.Absorba el agua del hielo derretido utilizando una esponja grande, además las toallas. Exprima la esponja sobre un recipiente grande. Luego de sacar todo el excedente del hielo ya derretido, limpie con una toalla humedecida en agua y en el caso de que hayan olores, puede disolver en el agua un poco de bicarbonato, que luego limpiarlo con el mismo no necesitará retirarlo.
Al acabar el procedimiento anterior, seque muy bien el interior antes de conectarlo nuevamente, dejándolo así una media hora mientras se enfría, antes de guardar nuevamente los alimentos dentro del mismo.