La lechuga posee alto contenido en fibras, vitaminas (A y C) y minerales (potasio, el calcio y el hierro), siendo eficaces en las dietas para bajar de peso. Son de distintas variedades, por lo general su forma es mas o menos redondeada, cada planta de lechuga suele pesar unos 300 gramos aproximadamente.
La mayoría de las verduras de hoja verde no pueden conservarse por tiempo prolongado, por lo que es aconsejable seleccionarla con sumo cuidado antes de comprarla y consumirla lo antes posible.
Elegir una lechuga de temporada pues son más sabrosas y nutritivas de las que provienen de cultivos en invernadero. De color verde brillante, que puede ir del tono verde oscuro a verde claro, evitando la que ya están perdiendo el color.
Si se opta por la variedad de lechuga romana, sus hojas deben ser firmes pero tiernas. Si es de otro tipo de lechuga, las hojas tienen que ser más blandas.
Ninguna de las variedades de lechuga deben tener las puntas de las hojas quemadas ni los bordes de color marrón. No adquiera aquellas lechugas en la que sus hojas exteriores se encuentren muy decoloradas o presenten agujeros.
La lechuga no puede conservarse por demasiado tiempo debido a la gran cantidad de agua que contiene. Tampoco puede congelarse.
Al adquirir la lechuga es importante retirar todas las hojas que estén en malas condiciones para evitar que contagien a las demás. Luego colocar la lechuga en la heladera, donde se conserva en buenas condiciones por aproximadamente una semana,
Guardas las lechugas sin lavarlas es preferible, de lo contrario se marchitará en menos de un par de días.
Acostar a la lechuga en algunos pliegos de papel. Coloque la lechuga en una bolsa de plástico con cierre de bloqueo, debe durar entre 7 a 10 días.
No utilice fuentes de metal para almacenar la lechuga ya que acelera su descomposición. Asegúrese de usar bolsa de plástico o recipientes especiales para almacenarla.