Ponemos las proporciones para los ingredientes, pero la cantidad depende de cuántas quieras hacer. En todo caso, como orientación, la cantidad de almendras y de azúcar es siempre la misma, y el triple de la cantidad de agua.
Ingredientes:
- 1 medida de almendra (con la piel).
- 1 medida de azúcar blanco.
- 3 medidas de agua.
Preparación:
Lava las almendras con piel y colócalas en un bol con el azúcar blanco y el agua. Mezcla bien y deja reposar durante 1 día.
Prepara una sartén honda o un cazo y ponlo al fuego (lo tradicional es hacerlas en un recipiente de cobre, pero no importa si no lo tienes). Vierte la mezcla de almendras, azúcar y agua y déjalo cocer, moviendo de vez en cuando. El agua no tardará en empezar a consumirse. Cuando gran parte de ella se haya evaporado, y la espuma que se forma tenga un color blancuzco, mueve todo lo que puedas, pasando por las paredes y el fondo del cazo o sartén con una cuchara de madera para que no se pegue, hasta que notes que empieza a secarse. En el momento en que ya esté casi seco, retíralas del fuego y sigue moviendo y moviendo. Una vez desaparezca la espuma del azúcar, vuélvelo a poner en el fuego y sigue removiendo hasta que el azúcar toma un tono amarronado. Sigue hasta que las almendras se suelten, con mucha paciencia. Cuando acabes, déjalas sobre una superficie que no absorba, sepáralas con las manos y déjalas enfriar. Se conservarán muy bien en un recipiente hermético.