Cuando comienza a llegar el frío el cuerpo comienza a pedir platos calientes, y entre ellos nada mejor que unos fideos caseros de pasta para disfrutar en la mesa junto a la familia. Preparar fideos caseros es una tarea más sencilla de lo que se cree, y su sabor supera con mucho al de los fideos comprados en el supermercado o incluso en casas de pastas. Los ingredientes son básicos, harina, huevo y sal.
Para elaborar los fideos necesitaremos unos 400 gramos de harina, tres o cuatro huevos y media cucharadita de sal.
Sobre una superficie limpia y amplia pondremos la harina en forma de corona. Romperemos los huevos y los pondremos en el centro añadiendo la sal. Con un tenedor batiremos ligeramente los huevos mientras vamos incorporando la harina despacito, hasta lograr obtener una masa lisa. En algún momento deberás dejar el tenedor y necesitarás seguir formando la masa con las manos.
Una vez obtenida la masa hay que sigue dándole forma durante unos cuantos minutos más. Hecho esto la taparemos con un repasador bien limpio dejándola reposar alrededor de media hora.
Pasado este tiempo separaremos la masa en cuatro o cinco bollos o bolas. Tomaremos uno y lo estiraremos con ayuda del palote o rodillo hasta que su grosor alcance entre milímetro y medio y 2 milímetros dejando orear unos 10 minutos. Enrollaremos entonces la masa y cortaremos los fideos con el ancho que se desee.
Por último desenrollaremos suavemente y los pondremos sobre unas bandejas para poderlos cocinar unos minutos en abundante agua caliente son sal. Por último escurriremos y serviremos con la salsa de preferencia.
A esos fideos caseros los puedes acompañar con queso, nata, albóndigas y diversas salsas, como salsa de tomate, salsa blanca, pesto, etc.