Hay distintas formas de cocinar gambas al ajillo, todo depende de las preferencias en sabor y de los vegetales favoritos. De la forma más básica, las gambas al ajillo pueden hacerse simplemente con camarones, ajo y mantequilla, aunque puede agregarse más sabor adicionando vegetales y sazonador. Se pueden comprar tanto camarones precocidos como frescos para la elaboración de este platillo y deben ser pelados y desvenados. Algunas personas eligen dejar las colas para favorecer la presentación de platillo, aunque algunas otras prefieren cortar las colas para favorecer la facilidad de degustar este platillo; todo depende de la persona que cocine.
El ajo debe picarse y saltearse durante algunos minutos en la sartén antes de agregar los camarones, con el fin de que comiencen a soltar su sabor.
Posteriormente, simplemente hay que cocinar los camarones en la sartén con ajo y mantequilla o aceite de oliva hasta que adquieran un color rosa; pueden comerse solos o pueden servirse sobre arroz o pasta. Muchas personas prefieren hacer el platillo un poco más emocionante y para ello hay algunas formas sencillas. Adicionar especias extras tales como orégano, sal y pimienta puede agregar un sabor especial, algunas otras personas también eligen agregar un poco de jugo de limón.
Los vegetales en este platillo sirven para hacerlo más sustancioso y atractivo. El brócoli, las cebollas o los pimientos son elecciones muy adecuadas, y además todos estos vegetales pueden saltearse junto con los camarones en la sartén. El platillo debe servirse caliente y si sobra un poco de comida debe refrigerarse inmediatamente y comerse al día siguiente o cuando mucho a los dos días siguientes, los camarones y otros tipos de mariscos no deben mantenerse durante mucho tiempo en un refrigerador. Por lo general, las gambas al ajillo constituyen un platillo saludable y que puede ser disfrutado por muchas personas.