Las lentejas pertenecen a la familia de las leguminosas, están relacionadas muy de cerca con los frijoles y los chícharos. Son baratas y pueden ser una forma muy práctica y rápida de agregar un alto contenido de nutrientes a la dieta diaria. Las lentejas son ricas en fibra y proteínas y muy bajas en grasa, representan una manera formidable de reemplazar las comidas cotidianas que son altas en carbohidratos y almidones. Las lentejas le proporcionan cierto sabor a nueces a las comidas y pueden utilizarse con prácticamente cualquier sazonador.
Para cocinar un buen guiso de lentejas de forma rápida y sencilla, primeramente, las lentejas deben lavarse para quitarles el polvo y cualquier rastro de sociedad. También es muy conveniente “espulgarlas” para encontrar pequeñas piedras que puedan haberse quedado por equivocación dentro la bolsa.
Realizado lo anterior, hay que agregar ocho onzas o una taza de lentejas a una cazuela con aproximadamente 1 ¾ de taza de agua hirviendo.
Se baja la intensidad del fuego y el recipiente se cubre para que las lentejas hiervan a fuego lento. 20 minutos es un buen tiempo para que las lentejas comiencen a cocerse pero se necesita hervir durante más tiempo para que queden suaves.
Una vez que las lentejas estén suaves, se sazonan al gusto y se sirven.
Las lentejas que no se han cocinado pueden almacenarse en un lugar oscuro hasta durante un año.
Las lentejas cocinadas deben refrigerarse y comerse en un periodo de tres días.
Las lentejas deben sazonarse después de haberse cocinado y no antes. Las lentejas absorberán mucho sabor del sazonador debido a que absorben una gran cantidad de agua.