Ingredientes:
- Pimientos del piquillo.
- 1 morcilla (mejor si es morcilla de burgos).
- ½ vasito de leche.
- 50 g de piñones.
- Salsa de tomate (tomate, aceite, azúcar, sal, cebolla).
- Unas gotitas de salsa de tabasco.
- 4 pimientos verdes.
- Aceite.
- Sal.
Preparación:
- En una fuente, desmiga la morcilla y mézclala con la leche y los piñones hasta formar una masa más o menos uniforme. Añade sal a la masa y remuévela un poco.
- Abre los pimientos del piquillo y rellénalos con la masa. Ponlos en una fuente resistente al horno, precalienta a 200º C y ásalos durante 10 minutos.
- Lava, quita las semillas de los pimientos verdes y córtalos en tiras. Fríelos en una sartén con abundante aceite de oliva. Retíralos y resérvalos.
- La salsa de tomate podrías comprarla hecha, pero saldrá mucho más rico si utilizas salsa de tomate casera. Para preparar la salsa de tomate, corta los tomates (1 kg) en trozos pequeños, quitándoles la semilla. Pela y pica bien una cebolla pequeña. Pon en una sartén 3 cucharadas soperas de aceite de oliva, caliéntalo, y echa la cebolla hasta que quede se haga, sin llegar a dorarse, sino tan solo a quedarse transparente. A continuación agrega los tomates, aplastándolos con una espumadera para que se deshagan todo lo posible. Mantenlo al fuego durante un cuarto de hora aproximadamente y luego lo trituras con el pasapurés. Añade una cucharadita de azúcar blanco y sal a tu gusto, y mézclalo todo bien.
- Cubre los pimientos con la salsa de tomate y le añades unas gotitas de tabasco. Pon encima de cada pimiento relleno unas tiras de pimientos fritos.