¿Cómo preparar clericó? El clericó (o clericot) es una bebida alcohólica consumida en el Paraguay, Uruguay, Argentina y otros países de Latinoamérica, especialmente en días señalados. Esta bebida se suele elaborar con frutas cítricas y tropicales y algo de alcohol. Se sirve en jarras y en su sabor predominan las frutas maceradas. Aunque existen numerosas versiones y recetas de clericó, todas tienen la misma base: frutas, azúcar y vino. Veamos pues cómo prepararlo.
A la hora de preparar clericó, lo primero que debemos hacer es elegir la fruta que deseamos para la base: las más usadas son las manzanas, las bananas o plátanos y las naranjas, aunque también podemos optar por uvas, cerezas, fresas o frutillas, kiwi, etc. Por lo general siempre usaremos fruta fresca, pero si no hubiera disponible podríamos usar conservas.
Una vez elegidas las frutas, las pelamos y cortamos en cubos. Entonces pondremos las frutas troceadas en el recipiente que vayamos a usar, normalmente una jarra grande. Añadiremos azúcar a nuestro gusto (aunque para un sabor más natural podemos prescindir de este ingrediente) y presionando un poco con la cuchara mezclaremos bien, procurando que la fruta desprenda algo de jugo.
Tras mezclar bien procederemos a añadir el alcohol. Normalmente se usa vino. El más común para esta preparación es el blanco dulce, aunque también podemos optar por otros tipos como el rosado, el tinto, cava, sidra o incluso champaña. Tras incorporar el vino mezclaremos bien. Un pequeño truco para darle un toque especial de sabor es añadir al preparado una copita o dos de algún licor dulce como el Cointreau o similares Marnier, o alguno seco, como el ron o vodka. También podemos añadir unas hojas de menta para realzar el sabor.
El paso final será guardar el clericó en la heladera o frigorífico, ya que el clericó se sirve bien frío y removido.