- Lo primero: lea la receta completa, “de punta a cabo”, antes de comenzar los preparativos ¿Para qué’ Pues en primer lugar para cerciorarse de que tiene a mano todos los ingredientes necesarios, y de que le alcanza el tiempo para hacerla (incluyendo algún paso lento o complicado). Leer la receta sirve además para otras cosas. Por ejemplo, si algunos de los ingredientes deben estar a la temperatura ambiente, puede sacarlos de la nevera; y si la receta requiere el horno precalentado, puede encenderlo con anticipación.
- Mida todos los ingredientes antes de empezar, con tazas y cucharas de medida (no con las regulares). Después agrúpelos en la forma en que se añadirán a la receta. Esto ayuda a que no se omita por descuido ningún ingrediente.
- No haga sustituciones. Si le es absolutamente necesario hacer una, asegúrele de que el ingrediente que va a usar y el reemplazado sean equivalentes. Y conserve esto en mente: si el mgredien te a sustituir está presente en la receta en una cantidad grande, el resultado final puede resultar mejoro peor, pero nunca sera el mismo.
- Si te que sustituir algo, busque el ingrediente que más se le parezca. Por ejemplo, yogur en lugar de crema agria, margarina en vez de mantequilla, harina con polvos de hornear (a razón de una taza de harina con una cucharadita y media de polvos de hornear) en lugar de harina para tortas.
- Aunque algunas instrucciones de la receta le parezcan poco importantes, no deje de seguirlas al pie de la letra. A veces una ligera variación en la forma de preparar un plato trae grandes cambios en el resultado final.
- Si la cocción es al horno, y se indica un molde de forma, tamaño o material específicos, no lo cambie por otro. Las características del molde tienen gran importancia en la forma en que se reparte el calor al cocinar un plato.
