Como hay tantas marcas y estilos diferentes, si se decide a comprar una procesadora de alimentos, es conveniente que recuerde algunos puntos:
- Busque un modelo sólido y fuerte para que le dure más, y procure que sea fácil de ensamblar, con piezas que se fijen firmemente en su lugar.
- Una buena procesadora de alimentos no tiene que ser de gran tamaño ni de maneio complicado. Ocurre exactamente lo contrario: las más pequeñas y sencillas, con partes que se lavan fácilmente y se secan con rapidez, suelen ser las más prácticas para la mayoría de las casas.
- Observe que el tamaño del tazón o recipiente de las procesadoras varía de un modelo a otro. Aunque eso no tiene mayor importancia con respecto al funcionamiento del aparato, es importante que escoja un tamaño que se ajuste a sus necesidades.
- En algunos estilos, el tazón se coloca frente al motor y ambos se conectan mediante una pieza en forma de cinturón. En otros, el tazón se coloca sobre el motor y no necesita ninguna pieza especial que lo conecte. Los primeros modelos hacen más ruido, que los segundos, pero resultan en cambio más económicos.
- Antes de comprar una procesadora, examine cuántas piezas tiene. La mayoría de los modelos vienen con lo básico: cuchillas de metal y plásticas, discos para rallar, desmenuzar y cortar en rebanadas y rodajas.
- Por regla general, las piezas que no son imprescindibles (como el batidor o el extractor de jugo) se compran separadamente si se necesitan.