La dificultad para cortar un pollo (o cualquier ave) reside en encontrar la articulación para sacar la pata, y la pechuga con el alón. No intentes cortar a través del hueso. Es más difícil e innecesario.
Ingredientes (para 4 personas):
- 1 pollo entero.
- 1 cuchillo mediano afilado.
- 1 tijeras de cocina.
Preparación:
- Mira en la cavidad del pollo y asegúrate que hay no mollejas u otros órganos. Con un cuchillo, retira la suciedad que pueda estar pegada a la piel. En las patas y la alitas, asegúrate que no quedan restos de plumas
- Coloca el pollo en una tabla de cortar con la pechuga hacia abajo. Primero, separaremos las alitas del resto del cuerpo. Sujeta la alita con la mano y estira hacia afuera para separar la articulación del cuerpo. Corta con el cuchillo a través de la articulación rodeando el hueso. Verás que la articulación tiene unos extremos redondeados más blancos.
- A continuación, le damos la vuelta al pollo de forma que la pechuga esté hacia arriba y procedemos a separar los muslos y los cuartos. De forma similar a las alitas, sujeta con una mano el muslo y estira hacia afuera para separar la articulación. Haz un primer corte ahí para dejar al descubierto la articulación entre el muslo y el cuarto del pollo. Ahora dale la vuelta al pollo, y sigue con el cuchillo una línea imaginaria hasta la parte trasera del pollo. Allí encontrarás la articulación que necesitas separar.
- Para rematar, coloca el pollo con la pechuga hacia arriba y con unas tijeras de cocina corta longitudinalmente para separar las dos mitades. Con un cuchillo separa la pechuga de las costillas.
¡Y ya está!