Es cierto que la salsa barbacoa se utiliza típicamente para realzar el sabor de la carne hecha a la brasa, pero también para condimentar otros alimentos que se pongan en la parrilla. Suele ser bastante densa y tiene un sabor ligeramente agridulce. No se conoce su origen exacto, pero parece proceder de alguna isla del caribe en los tiempos de Cristóbal Colón. Se hizo muy popular en los Estados Unidos, probablemente porque la primera salsa barbacoa comercial se hizo en Atlanta (Georgia), pero existen distintas variedades de sabor por todo el mundo. Lo más común es que en los libros de cocina falten recetas para esta salsa, que casi todo el mundo suele comprar ya hecha en el supermercado, pero nosotros vamos a explicarte aquí como puedes elaborar una sencilla salsa barbacoa de forma casera, con un gusto picante y ligeramente dulce.
Ingredientes (para aproximadamente un tercio de litro de salsa):
- 3 cucharadas soperas de vinagre de manzana.
- 2 cucharadas soperas de zumo de manzana.
- 1/8 de litro de kétchup.
- 1/8 de litro de agua.
- 2 dientes de ajo.
- 3 cucharadas soperas de azúcar blanco.
- 1 cucharada sopera de sal.
- 1 cucharada sopera de chile en polvo.
- Unas gotas de salsa de tabasco.
- 1 cucharada sopera de pimienta cayena en polvo (opcional).
Preparación:
En un recipiente no muy grande (un bol con capacidad suficiente para todos los ingredientes), vierte por este orden 1/8 de litro de kétchup, la misma cantidad de agua, dos cucharadas soperas de zumo de manzana, tres cucharadas soperas de azúcar blanco, dos dientes de ajo exprimidos, una cucharada sopera de sal, una cucharada de pimienta cayena en polvo, una cucharada sopera de chile en polvo, y, si lo quieres más picante (lo recomendamos), unas gotas de salsa de tabasco. Remuévelo todo bien, mételo en un bote que se pueda cerrar y guárdalo en el frigorífico.