Ingredientes:
- 6 huevos.
- ½ kg de mascarpone (que se puede sustituir por otro queso cremoso que no tenga un sabor marcado).
- 50 g de queso fresco.
- 300 g de azúcar blanco.
- 30 cl de café.
- 150 ml de ron
- 400 g de bizcochos
- 20 g de cacao puro en polvo
Preparación:
Casca los huevos y separa las claras de las yemas para mezclar estas últimas con 100 gramos de azúcar blanco. Añade a la mezcla el queso fresco, las claras montadas a punto de nieve, la crema y el ron. Remueve todo el tiempo suficiente como para conseguir una pasta consistente y cremosa.
Disuelve el azúcar que queda en 30 cl de café. En el café endulzado mojas los bizcochos y vas cubriendo con ellos el fondo de una fuente rectangular. Cuando esté todo el fondo cubierto, añade una capa de la pasta que has preparado antes. Encima de esta, una nueva capa de bizcochos empapados en café azucarado y, para terminar, una segunda capa de crema.
Según está en la fuente, lo ponemos en frigorífico, donde se tiene que quedar enfriando por los menos 2 o 3 horas. Una vez haya pasado este tiempo, se puede servir fresco el tiramisú, cubierto por encima con el cacao en polvo, que le dará un toque amargo.
El tiramisú es un postre italiano moderno, no tradicional, de modo que no existe realmente una receta con arraigo y se puede preparar con una gran variedad de ingredientes. No solo se puede sustituir el mascarpone por otro queso en crema sin sabor fuerte, sino que el licor es opcional (ron u otros) y pueden usarse galletas en lugar de bizcochos para formar las capas, por ejemplo.