Es recomendable almacenar los alimentos en lugares con condiciones adecuadas, claro está teniendo en cuenta el tipo de producto.
Algunas sugerencias:
– Evitar llenar el refrigerador, ya que esto previene que el aire circule libremente y que los alimentos se conserven en condiciones excelentes.
– Si se ha adquirido gran cantidad de verduras y esto crea problemas de espacio o de higiene en el refrigerador es prudente limpiarlas y precocinarlas, para luego proceder a guardarla lo que ocupará mucho menos espacio. Existen varias opciones para ello como el hervirlas durante 5 minutos, cocerlas al vapor o cocinarlas en el microondas
– Embalar las verduras en la bolsa de la compra para guardarla en el refrigerador, durará más.
– Separar las cebollas de la patatas ya que se estropean cuando entran en contacto.
– No guardar nada caliente en el refrigerador ya que esto podría calentar el resto de los productos, echando a perder los alimentos.
– Si desea congelar alimentos crudos o cocidos es necesario primero porcionarlos.
– Para descongelar los alimentos ya sean éstos crudos o cocinados, ésto se debe realizar dentro del refrigerador paulatinamente dentro de las 24 horas antes de su utilización.
– Quitar los huevos del refrigerador sólo en el caso de que éstos vayan a ser utilizados, no pueden volver a ser guardados ya que con los cambios de temperatura en la cáscara se fisura y se contaminan aceleradamente.
– Evitar cortar con cuchillo la lechuga y otras verduras de hoja ya que las oxida y oscurece. Antes de guardarlo es mejor romperlas con las manos.
– Ordenar la despensa o la alacena colocando los productos más próximos a vencer en la primera fila para utilizarlos primero.
– Guardar envases o cubos de hielo en el congelador para proteger las comidas preparadas que quieras conservar.
– Controlar cada semana la alacena y si existen productos con fecha vencida, desecharlos inmediatamente antes que alguien pueda consumirla por confusión.