Vestirse para bailar es una de las partes rituales de la danza más importantes, pues de un atuendo bien escogido depende la belleza visual de la pareja e incluso la espectacularidad de los movimientos que ejecuten los bailadores. Ajustado u holgado, con elementos resplandecientes o sobrios, conservador o atrevido… cada atuendo se escoge cuidadosamente, de acuerdo al ritmo y el lugar donde se baile.
Para bailar merengue existen algunas recomendaciones, aunque sin dudas todas pasan por la comodidad que debe sentir el bailarín con lo que trae puesto, especialmente las damas sobre las que recae casi por completo la responsabilidad de imprimirle colorido y personalidad a la pareja frente a las limitadas opciones de los hombres.
De manera general los caballeros visten con pantalones oscuros de pinzas, camisa abotonada o amarrada con un pequeño nudo a la cintura, y zapatos de charol, mientras que las mujeres pueden escoger entre llevar vestidos, juegos de saya y blusa o blusa y pantalón ajustado. En ambos casos se recomienda un calzado de suela lisa, que evite el excesivo rozamiento con el suelo y facilite el desplazamiento de los bailadores por la pista.
Existen diferentes situaciones o escenarios en lo que pudiera presentarse una pareja de merengue, entre los cuales la Competencia de Salón resulta la más distinguida. El carácter competitivo de estos certámenes es un aliciente para que cada dueto se esfuerce en mostrar un vestuario impresionante y cautivador.
Las mujeres se caracterizan por el empleo de vestidos o conjuntos confeccionados con materiales bellos que destaquen su figura y habilidades corporales, pero que a la vez sean ligeros para que no interfieran en el desempeño de la rutina. Los hombres se limitan a complementar a su pareja, casi siempre mediante la combinación de colores, y siempre visten la camisa por dentro del pantalón.
El otro sitio relevante al que asiste una pareja de bailadores de merengue, y en el que quieren destacar también, es el Club de Baile al que pertenecen. Aunque la formalidad del espacio es mucho menor, también exige un cuidado detallado de la imagen. Por tal motivo es usual que las mujeres escojan atuendos sencillos y más cómodos, pero que resalten las caderas, las piernas y la cintura, tales como minifaldas, pantalones ajustados y blusas ceñidas por encima del ombligo. Los caballeros, por su parte, prefieren llevar pantalones de ocasión o jeans oscuros, acompañados de camisas holgadas o estrechas que delineen sus formas.
Hijo de una región exótica y hasta excéntrica, el ritmo de merengue suele acompañarse de colores vivos o estampados llamativos, que asemejen los paisajes despampanantes y el espíritu desbordado de la gente que la habita.