Es un afrodisíaco natural que usaban hace muchos siglos las civilizaciones africanas occidentales que creían en los poderes medicinales de la corteza del árbol yohimbe que son nativos de su tierra.
Sus primeros usos fueron como afrodisíaco para mujeres y hoy en día todavía se usa. La yohimbina es el ingrediente activo en yohimbe lo que le da sus propiedades medicinales. Sin embargo, las mujeres que toman suplementos de yohimbe deben tener en cuenta que la cantidad de yohimbina que pueden tener los suplementos puede variar sustancialmente, y algunos pueden tener muy poco. Antes de usar yohimbe hay que consultar con un profesional de salud de confianza que te puede informar de sus posibles beneficios y riesgos. Aunque el uso que más se conoce de yohimbe es para tratar la impotencia y la disfunción sexual en hombres, algunos de sus usos afectan a mujeres también. Por ejemplo, la corteza de yohimbe se ha usado como afrodisíaco en África durante siglos y sigue sirviendo para impulsar la lívido de la mujer. En relación con su uso como afrodisíaco, la yohimbina en la corteza, puede ser capaz de dilatar los vasos sanguíneos en el área genital que, a su vez, puede aumentar la excitación sexual y el deseo. La dosis diaria de yohimbina es de 15mg a 30 mg al día.
Si se toma en la dosis recomendada, yohimbe generalmente se considera segura. Hay efectos secundarios conocidos que incluyen el enrojecimiento de la piel, dolor en los genitales, dolor durante la micción, dolores de cabeza, mareos, nerviosismo, agitación, irritabilidad y dificultad para dormir. También se ha asociado con mayor frecuencia cardíaca y la presión arterial alta. Las personas con enfermedades renales, enfermedades del corazón, hipertensión arterial y afecciones psiquiátricas no deben tomar suplementos de yohimbe.
Este medicamento, en dosis para personas, se puede encontrar para administración vía oral con el nombre de Yocón y también se puede encontrar bajo otros nombres como “El alcaloide del amor” en diferentes sex shops e Internet. Este medicamento incide a nivel del sistema nervioso autónomo periférico, aunque es posible una acción central (cerebral) asociada. Su acción está probada como vasodilatador y, por eso, se usa desde la década de los 60 (con muy baja efectividad) en la disfunción eréctil y después se usó la Viagra.