La historia del break dance

Los orígenes humildes del brake dance combinan con esa actitud orgullosamente desafiante y rebelde que mantienen dentro y fuera del baile quienes lo ejecutan. Nacido en las calles de manera espontánea consiste en una forma de moverse que casi siempre desafía a la gravedad, y hasta la realidad. Sencillamente resulta difícil creer que alguien sea capaz de doblarse, torcerse y brincar con tanta facilidad.

Su origen se ubica casi siempre en el Bronx neoyorquino sobre los años 70. Constituye uno de los mejores ejemplos de cómo el hombre encuentra salidas en el arte y la cultura, a los ambientes hostiles en los que le toca crecer, pues aunque el propio baile entre imita un enfrentamiento entre bandas, las armas en este curioso duelo son solo la agilidad y la música.

Entre los b-boys, nombre con el que se le conoce a quienes practican este estilo danzario, más importantes para el desarrollo del brake dance, se incluye James Brow quien además es considerado uno de los fundadores de esta expresión urbana. Brown estuvo entre los primeros en manifestar los nuevos movimientos, a miles de años luz, de los que se veían tradicionalmente en una pista de baile.

También destacó el joven Don Campbell, creador de un estilo propio al que llamó Campbellock, que contenía los famosos movimientos de robot que aun hoy deleitan a miles de seres humanos.  Todos estos pasos se incorporaron al b-boying y lo hicieron más complejo y atractivo. El baile que conocemos en la actualidad se compone de dos momentos fundamentales: top-rock y foot-work.

El primero se refiere a los pasos que se ejecutan de pie, sobre todo para captar la atención del público, antes de desarrollar el segundo, que es el más complicado e implica una serie de espectaculares movimientos acrobáticos en el suelo, muchos de los cuales son poseedores de una gestualidad heredada de la música latina y hasta de las artes marciales.

Algunas de las rutinas más conocidas son el air twist, en la que se giran los pies en forma de circunferencia apoyado, el baby freeze, en el que se apoya la cabeza contra el piso, se mantiene el cuerpo de costado con una mano mientras que la otra toca la rodilla y por último, el windmill, consistente en girar sobre el suelo sin que los pies lo toquen.

El riguroso esfuerzo físico que requiere este baile, limita un poco su popularidad entre los bailadores, aunque no hay dudas sobre la admiración que estos sientes hacia quienes logran dominar los pasos y la técnica del b-boying.

Los medios de comunicación, especialmente el cine, se han inspirado muchas veces en las historia de bandas de brake dance que se enfrentan por el premio de un concurso, o solo por mantenerse como reyes del barrio, de manera que no solo se ha extendido el conocimiento popular sobre este estilo, sino el número de jóvenes que lo siguen y lo practican.

 

Sobre el artículo

Categorias: Danza
Ultima modificación: 05/08/2013