Los árbitros son la autoridad reconocida dentro de un terreno de fútbol. Sin ellos, difícilmente podría terminar un juego en algo distinto que una trifulca. Es por ello que resulta vital conocer lo que significan sus señales.
Pero incluso para los seguidores de este deporte, a veces resulta difícil comprenderlas. Sin embargo, su agrupación en conjuntos relacionados con las acciones que generan, es muy ilustrativa de las mismas.
Señales sonoras (silbato). Las usa para detener el juego por alguna falta y su intensidad revela la categoría de la misma. Se relaciona fundamentalmente con el grupo de los tiros libres y las sanciones.
Señales dinámicas (ley de la ventaja). Cuando el árbitro decide no detener el juego a pesar de haber detectado una falta, lo hace en función de aplicar la ley de la ventaja levantando su brazo hacia la portería.
Señales de saques. Según el bote de la pelota sea lateral o por las líneas finales, el árbitro marcará saque de esquina, de portería o lateral.
Señales de tiros libres (directos, indirectos y penales). En dependencia de la gravedad de una falta, el árbitro podrá marcar tiro libre directo –brazo hacia la portería castigada-, indirecto –brazo en alto- o penal –brazo hacia el punto de penal-.
Señales de sanción (tarjetas roja y amarilla). En el fútbol hay siete faltas sancionables, las que de ser detectadas por el árbitro determinan la presentación de la tarjeta amarilla o roja. Una tarjeta roja implica la expulsión inmediata del jugador, la cual también se indica tras dos tarjetas amarillas.