Cómo pararse de manos

Pararse de manos es un sueño que no todos cumplen en la vida, algunos por miedo y otros por falta de oportunidades. El aprendizaje de esta técnica de gimnasia, como casi todas las demás, se beneficia de la juventud del practicante.

Los niños poseen huesos más flexibles y un mejor sentido del equilibrio, aunque las personas mayores no están imposibilitadas de lograr su sueño de pararse de manos. Por supuesto que una buena salud y forma física, así como contar con brazos ejercitados y fuertes es condición indispensable para lograrlo.

Lo más recomendable es que se aprenda con la ayuda de otra persona, que si es un instructor de gimnasia será mucho mejor, pero que con tener los fundamentos mínimos de acto será suficiente.

Puede buscarse la cercanía de un muro o pared para recostar las piernas en la fase intermedia del aprendizaje de la acrobacia, aunque no es imprescindible. Eso sí, el proceso ha de ser paulatino.

Lo primero será colocar ambas manos sobre el piso con los brazos abiertos no más allá de los hombros. La cabeza resulta pieza clave en el ejercicio, pues deberá quedar perpendicular al suelo mientras el torso se yergue y los pies se estiran hacia arriba de la forma más firme y recta posible. Aquí la intervención del ayudante resulta importante.

Los primeros intentos serán de seguro fallidos, generando posibles caídas y hasta golpes inevitables. Pero con la práctica diaria muy pronto estaremos parados sobre las manos e incluso caminando sobre ellas.

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Categorias: Deporte
Ultima modificación: 06/27/2012