Cuando una persona se sumerge y se desplaza debajo del agua, ya sea en un lago, una alberca, un rió o en el mar se le denomina bucear. Esta actividad puede llevarse a cabo con fines profesionales, militares, científicos o recreativos. El buceo se puede llevar a cabo con o sin aparatos de respiración, cuando se trata del buceo como deporte, se le denomina apnea; cuando se trata de llevar esta práctica al mar, es llamado submarinismo; realizarla en galerías inundadas, cuevas o minas se le nombra espeleobuceo; y finalmente el buceo en montañas y lagos se llama buceo de altura. En cualquiera de esta modalidades, generalmente el buzo cuenta con sistema de respiración, compuesto por una o dos botellas de aire comprimido que transporta cargándolas en la espalda y un regulador conectado a la boca.
La profundidad que un buzo llega a alcanzar dependerá de la actividad que se esté realizando, en expediciones científicas buscando ecosistemas marinos de aguas profundas se han llegado a alcanzar hasta 8000 m de profundidad. Para sumergirse a lugares más profundos los científicos han hecho uso de campanas de buceo, que son depósitos de aire herméticamente sellados, estas campanas son sostenidas por largos cables de acero y gruesas cuerdas.
En el año de 1960 se registraron dos hombres que descendieron en el océano pacífico hasta 10,745 m de profundidad, obteniendo el registro de sumergimiento más profundo que se conoce hoy en día, este acontecimiento duro aproximadamente 5 horas y realizaron su viaje dentro de un batiscafo; el buceo es una actividad que se debe realizar en supervisión de profesionales, ya que un error durante el acenso o descenso podría llegar a costar la vida.