Si hablamos de juegos de pelota pensamos sin duda en los juegos que se realizaban en América antes de la llegada de los españoles. Estos juegos se realizaban en canchas que disponían de un anillo en un pared y se intentaba pasar por ella una pelota de caucho usando para ello la cadera aunque se sabe muy poco de las reglas y de las formas que se usaban para contar la puntuación.
Estos juegos son milenarios y se han datado gracias a los patios que se utilizaban para realizar este tipo de juegos. La fechas de las que datan las pistas más antiguas van desde el 300 a.C. y el 1000 d.C.
De este tipo de juegos se sabe que tenían que ver con el culto al sol y que era una forma para alentar a que siguiera brillando en la tierra por lo que se dice que los perdedores se ofrecían a modo de sacrificio humano para honrar a dicho dios con el derramamiento en la tierra de su sangre.
Desde la antigüedad este tipo de juegos de pelota ha ido evolucionando en diferentes variedades. Todas ellas tienen algo en común y es que son altamente difíciles de llevar la puntuación y sólo los jugadores expertos conocen exactamente la puntuación del partido. A pesar de esto, no deja de ser un mero acto en el que se realiza un juego y por lo tanto no es tan importante ganar o perder aunque a algunos jugadores no piensen lo mismo y crean que en ello le va la vida.