Los rollos de papel higiénico pueden reciclarse para crear unos fantásticos adornos navideños que proporcionan diversión a los niños y sorprenden a los mayores por su sencillez y originalidad. Existen multitud de ideas sencillas que podemos desarrollar con este material.
Por ejemplo, podemos comenzar por agasajar a nuestros invitados con unos maravillosos servilleteros para adornar la mesa navideña, pintados con motivos alusivos a esta festividad, o bien, dándole una vuelta de tuerca más, con un pequeño cinturón que recuerde al de Santa Claus. Para realizarlo, basta con envolver el cartón pintado con una cinta o retal de tela roja y, sobre ésta, atar una tira de cuero en la que añadimos una hebilla. Los bordes del servilletero podemos cubrirlos con un material que simule piel de color blanco, como algodón o pelo sintético.
Podemos confeccionar también un nacimiento o belén con este material, pintando cada uno de los rollos y añadiendo materiales que confieran la identidad de los personajes: barbas de algodón, vestimentas de papel arrugado,… Si buscamos rollos de diferentes tamaños podemos jugar con perspectivas a la hora de crear escenas o dar mayor protagonismo a determinados personajes, como por ejemplo, a la Natividad o a los Reyes Magos.
A los niños les encantará poder realizar un ángel que decore el árbol de Navidad a partir de esta sencilla lista de materiales: un tubo cartón para el cuerpo de nuestro amigo alado, lana para simular el pelo, un plato de cartón (que cortaremos por la mitad para realizar las alas), pegamento inocuo y colores para decorar al gusto.
Otra idea original y sugerente es la de realizar un Calendario de Adviento. Dentro de cada uno de los rollos de cartón, decorados y pintados con el número correspondiente, depositaremos una sorpresa, que puede ser un dulce o chocolate. Mayores y pequeños no podrán resistirse y acudirán día tras día para degustar la golosina correspondiente.