Cómo convertir una camiseta en un traje de zombie

Todo un clásico entre los disfraces caseros, tanto por su fácil improvisación como por lo divertido que resulta interpretar este tipo de personajes de ultratumba.

Resulta muy sencillo de ejecutar a partir de una única prenda, aunque debemos estar dispuestos a sacrificar la integridad de una camiseta. En principio, cualquier camiseta puede servir, aunque conviene tener en cuenta que los colores claros permiten que resalten todos los retoques que haremos a la prenda. Para adecuarla a nuestro propósito, necesitaremos un instrumento cortante, como pueden ser unas tijeras, y unos lápices colorantes grasos o pintura roja y negra.

En primer lugar, conviene seleccionar los lugares por donde desgarraremos la prenda, teniendo en cuenta que no impida nuestros movimientos ni muestre aquello que no deseamos enseñar. Dan muy buen resultado pequeños cortes en las mangas y en la parte baja de la camisa. Podemos desgarrar levemente alguno de ellos, dando un aspecto más irregular. También podemos seccionar una de las mangas para que ofrezca un aspecto asimétrico y recortar la parte inferior para que se quede más corta.

Una vez finalizada la primera parte del trabajo, nos queda darle un aspecto final adecuado a la dura vida del zombie. Para ello, nada mejor que frotar la prenda tanto por la parte delantera como por la trasera contra el suelo, con tierra, grasa o metal. Ir de cacería tras tu comida implica todo tipo de manchas, especialmente de sangre simulada, que debemos ser comedidos a la hora de distribuir por las zonas más estratégicas de la parte delantera.

Sobre el artículo

Categorias: Disfraces
Ultima modificación: 12/21/2012