Este disfraz femenino irradia exotismo y sensualidad, además de ser uno de los más sencillos de crear a partir de prendas de ropa que seguro tienes arrumbadas en los armarios de tu casa. Como complementos, cualquier elemento de bisutería puede servir. Retales de telas diversas y pañuelos completan la ambientación.
Usa una falda que tenga vuelo y se abra cuando gires. Puedes vestirte con dos o tres faldas superpuestas, dejando que se vean las diferentes capas de ropa. El calzado ideal pueden ser unas sandalias o unos botines ajustados de piel. Para cubrir la parte superior, usa una blusa de color blanco de aspecto campesino, que cubriremos con otras pendas como fajines o pañuelos. Si tienes un mantón bordado, le aportará un toque de calidad al estilismo. La cabeza cubierta con un pañuelo y el pelo suelto por debajo es un punto de la caracterización que no debes descuidar. Unos pendientes de aro de grandes dimensiones completan la apariencia deseada. Usa muchos colgantes y pulseras.
Para reforzar la imagen del personje, algunos elementos pueden ayudarnos: elementos para realizar malabares o trucos de magia, una navaja, una pandereta o una bola de cristal. Reflexiona sobre la historia de tu personaje y escoge los complementos de forma que puedas contarla con los complementos: bajo las faldas, medias de rejilla rematadas en ligas, donde ponemos una navaja falsa o una carta como un as o la reina de corazones; podemos realizar un tatuaje de henna en nuestros brazos, pintarnos una cicatriz, ponernos una lentilla de un color diferente al nuestro en uno de los ojos, pintarnos lunares…