Para la parte superior del disfraz se necesita una playera teñida. Hay que escoger una playera de color blanco que el chico no utilice mucho o puede comprarse una nueva, barata. Utilizando tinta para ropa y bandas elásticas, se debe teñir la prenda de tantos colores como sea posible. Ésta es la perfecta base para el disfraz.
Para los pantalones se necesitan unos acampanados, ya sea para mujer o para hombre, fueron un completo icono de los años 60. La campana no debe ser una campana normal, debe ser una verdaderamente exagerada. Si no es muy sencillo hallar uno de estos pantalones, la solución es crear una campana cortando unos pantalones normales por las costuras desde la parte inferior de las piernas del pantalón y agregando trozos de tela en forma de triángulo con figuras de flores o con algún patrón psicodélico para crear un efecto atractivo. La tela puede cocerse o simplemente engraparse.
Si el chico que usará el disfraz tiene cabello largo, no podría haber nada mejor. Hay que hacer que el chico ande con su cabello suelto y hay que agregarle una banda colocada alrededor del cráneo, cubriendo la frente. Si el chico no tiene cabello largo, sin duda alguna hay que considerar agregar una peluca al disfraz.
Otra característica que no puede faltar es la clásica insignia de amor y paz colocada en un collar. Los típicos collares de cuentas también son una fantástica adición. Y por supuesto, los lentes al estilo John Lennon son otro accesorio indispensable.
Cualquier estampado, parche o algo que se pueda colocarse sobre la prenda y que refleje un mensaje en contra de la guerra, darán el toque final perfecto.