Las momias son seres animales muertos que debido a las condiciones climáticas como extrema sequedad, aislamiento de los microorganismos o la intemperie, alcalinidad o el frío, conservan su apariencia física casi idéntica a la que tenían en vida, en lugar de degradarse tal como le sucede al resto de los organismos al morir en condiciones normales. La momificación también se puede lograr artificialmente por medio de embalsamamiento o manteniendo el cuerpo muerto aislado de la intemperie a bajas temperaturas. En muchas culturas se cree que momificar el cuerpo de un ser querido es de buena suerte y mantiene el espíritu del familiar entre los vivos; incluso en algunas culturas cada año el cuerpo momificado es expuesto al exterior para hacer una celebración en su nombre.
En la antigüedad las momias eran mantenidas en buenas condiciones cubriéndolas con telas y vendajes preparados con aceites especiales, en estas regiones existen muchas historias que narran sobre momias que cobran vida y se dedican a horrorizar a las personas toda la eternidad. Por esta razón elegir el disfraz de momia la noche de Halloween es una idea muy acertada, sólo se necesitan seguir dos sencillos pasos:
- La base del disfraz debe ser un leotardo blanco con agarraderas para los pies, zapatos deportivos blancos, una playera de cuello redondo y manga larga de lycra color blanco y un gorro de nadador del mismo color.
- Una vez colocadas todas las prendas se cubre la mayor parte del cuerpo incluyendo el rostro con vendas de 5 centímetros de ancho, excepto los zapatos.