Los disfraces de Robin Hood son bastante comunes en las tiendas de disfraces, pero es fácil hacerlo por mucho menos dinero. Todo lo que necesitas es un poco de creatividad y algunos suministros simples.
Comienza con una gran camiseta verde y un par de pantalones de lana marrón, disponibles en la mayoría de tiendas y centros comerciales. Obtén la camiseta al menos de dos talles más grande de lo que usarías normalmente, y los pantalones de una talla menos, porque querrás que luzcan como calzas. Si lo deseas, corta desde el cuello en la parte frontal hacia abajo y átalo con una tira de cuero de una tienda de artesanías.
Consigue un cinturón negro viejo y átalo alrededor de la mitad de tu cuerpo, o utiliza una tira ancha de cuero de una tienda de artesanías. Compra una tela rectangular de peltre verde de una tienda de artesanías y dóblala como si estuvieras haciendo un barco de papel para crear el distintivo gorro triangular. Pégale una gran pluma sobre la parte superior y listo.
Para los zapatos servirá cualquier par de zapatos negro que tengas por casa aunque podrías visitar algunas tiendas de segunda mano para ver si consigues un par de zapatos puntiagudos de estilo viejo. Con peltre negro, crea cubiertas para botas y átalas a tus zapatos. Ponle accesorios a tu vestimenta con un juego de arco y flecha. Puedes comprar un juego para chicos (encontrado en cualquier supermercado) o hacerlo tú mismo. Para el arco, obtén un palo curvo, en cualquier playa o parque, y átale una cuerda negra de un extremo al otro. Para las flechas, obtén una caja de lápices Nro. 2 y rocíalos con pintura negra o plateada.