Un látigo casero es perfecto para jugar a fingir o disfrazarte con el traje. Haz tu propio látigo de cuerda simple, entre más gruesa la cuerda, mejor lucirá el látigo. Puedes comprar la cuerda de color en muchos almacenes de artesanía o de mejoras para el hogar. Negro y marrón lucirá más auténtico, pero un color brillante puede quedar bien con el traje adecuado.
Corta tres trozos de cuerda que midan al menos tres veces la longitud final de tu látigo. Anuda las tres cuerdas juntas en un extremo de forma segura. Trénzalas hasta que la trenza sea de aproximadamente un metro de largo. Anuda las cuerdas juntas al final de la trenza. Este es tu mango. Todavía tendrás varios pies de cuerda arrastrando de la trenza. Envuelve la trenza en cinta adhesiva. Esto hace que el mango sea más robusto y menos probable de que se marchite. Puedes envolverlo varias veces, cuantas más veces lo envuelvas, más resistente será. Recorta las cuerdas a una longitud que quieras, de dos metros cada una harías tu látigo aproximadamente de tres metros de largo.
Si estás haciendo esto para un niño, un látigo más corto sería lo ideal. No olvidemos que es un arma difícil de manejar y que puede aporrear a algún otro niño si lo usa sin estar un adulto delante. A pesar de no ser un arma de fuego ni puntiaguda, el látigo ha sido causa de muchos pequeños golpes entre niños que han jugado con este arma, que al fin y al cabo es lo que es: un arma.