Todo el mundo ha jugado alguna vez al billar. Probablemente no profesionalmente, pero sí entre amigos, familiares o simplemente alguna vez que hayamos ido solos a un bar donde los había y hemos decidido pasar el tiempo jugando con él un solitario o invitando a alguna bella dama que por allí rondase con fines románticos.
La mesa de billar es un sitio muy acogedor y que todo el mundo disfruta al tocar con su mano, ya que su fieltro es muy agradable, con lo cual a todo el mundo debería gustarle una tarta con motivos de mesa de billar. El cocinado no varía, es como hacer una tarta normal, pero su diferencia está en el glaseado, que deberá ser verde y de una textura muy concreta. Para ello lo cocinaremos con colorante verde y láminas de gelatina que tomarán ese verdoso tinte. Luego, una vez seco y colocado sobre la tarta rectangular, debemos añadir los detalles de las bolas, que pueden ser pequeñas gotas de siropes de distintos sabores como fresa, caramelo, chocolate o chocolate blanco.
El palo con el que jugaremos este billar es bastante obvio. Usaremos un cuchillo de punta de madera para dar un toque especial al corte de la tarta, y la serviremos sobre un tapete verde puesto encima de nuestra mesa del comedor. Los agujeros de la mesa deben estar hechos con caramelo líquido solidificable. Tras esto únicamente queda disfrutar de nuestro pastel con motivos de billar entre amigos, ya que si lo comemos solos podemos caer en un empacho o enfermar del estómago.