Cómo hacer una cola de ardilla para un disfraz

Una de las partes más complejas a la hora de hacer nuestro propio disfraz de ardilla es la parte de la cola. La cola de la ardilla es muy peluda y su vello es muy erizado. La forma es muy curiosa ya que es una cola que siempre se encuentra hacia arriba y enroscada en su extremo final hacia dentro o hacia fuera pero de manera muy sutil.

Para conseguir primero el forro interior necesitamos una tela suave y de color marrón o gris sobre la que trabajar. La recortaremos de forma trapezoidal, con la punta más ancha que la base. Tras esto debemos rellenarla de algodón para darle un volumen y crear así una sensación de esponjosidad que es lo que nos produce la cola de la ardilla real, a pesar de que es una cola no muy ancha en grosor. Entre este algodón debemos introducir un alambre con las puntas limadas para evitar percances inesperados y desagradables. El alambre asegura que la cola se vaya a quedar en la forma que elijamos, que será erecta hacia arriba y un poco curvada al final. El último punto a tener en cuenta es el más complicado, los pelos de la cola. Podemos conseguirlos de diferentes maneras, la más lógica es utilizar plumas de un plumero pero de manera vertical, de manera que sólo la mitad de la pluma quede al descubierto.

Esta manera es muy efectiva además crea un pelito bastante suave y agradable al tacto, pero no es un pelo muy largo. Para conseguir un pelo más extenso y erecto deberemos utilizar un tejido concreto más caro que es el utilizado en el forro de algunos gorros en abrigos y para que quede de manera erecta, le daremos un repaso con laca.

 

Sobre el artículo

Categorias: Disfraces
Ultima modificación: 04/29/2013