Aunque nos sintamos seguros en el hogar a lo largo del año las estadísticas nos dicen que tarde o temprano puede ocurrir algún accidente de consecuencias impredecibles. Por ello si seguimos algunas simples recomendaciones evitaremos que se produzcan accidentes y tendremos un hogar más seguro para nosotros y la familia.
Como primera norma general hay que mantener los objetos pequeños, medicamentos, productos de limpieza, botones, pilas o pastillas fuera del alcance de los niños. También podemos colocar accesorios especiales en los enchufes para evitar que metan sus deditos.
Hay que proteger los electrodomésticos. Revise las instalaciones eléctricas periódicamente.
Con niños en la casa conviene también asegurar ventanas y balcones para evitar que los niños accedan a ellos.
Tenga siempre a mano y en un sitio visible los teléfonos de urgencias, así como un botiquín de urgencias completo.
Recuerde que la limpieza de suelos y escaleras no solo es recomendable por higiene sino que puede evitar un gran número de caídas.
Si detectara olor a gas corte inmediatamente el suministro, abra ventanas y evite encender las luces.
Probablemente los dos lugares más peligros de un hogar son la cocina y los baños. Por ello nunca ha de permitir que los niños jueguen en la cocina y baños. Mantenga sus suelos limpios para evitar resbalones, y nunca permita que los niños vayan descalzos por la casa. Tampoco permita que los niños toquen con las manos mojadas o la lengua las superficies frías de los frigoríficos. No deje los cuchillos, tijeras y demás objetos punzantes en el fregadero. Intente siempre que sea posible cocinar con los fuegos posteriores de las cocinas, evitando que las asas sobresalgan y queden al alcance de los niños. Tenga siempre un extintor de fuegos en la cocina, pero lejos del alcance de los niños pequeños.