El atractivo de la acuariofilia no son sólo los peces sino la posibilidad de recrear un pequeño mundo submarino. Troncos, corales, rocas, adornos, figuritas, plantas vivas, plantas artificiales, piedrecitas, cerámicas, grava, arena, distintos tipos de iluminación; elijas elementos artificiales o naturales, las posibilidades de decoración de un acuario son infinitas.
Es necesario tener en cuenta qué peces contendrá o contiene el acuario a decorar. Algunos peces tienen necesidades especiales. Los del género Ancistrus, por ejemplo, necesitan celulosa, por lo que conviene colocar algún tronco en el acuario. Además, hay otros peces a los que les gusta esconderse, para ellos es imprescindible colocar en el acuario cuevas o elementos con recovecos en los que puedan protegerse. Si tienes peces activos y grandes, como los African Chichlids, debes elegir elementos de decoración pesados porque si no podrían moverlos.
También es interesante jugar con los colores. Dependiendo del color de tus peces, quedará mejor un fondo u otro.
Hayas comprado el material de decoración en una tienda especializada o lo hayas recogido en la naturaleza, antes de meterlo en el acuario es conveniente que lo hiervas. Así te aseguras de que no estás introduciendo ninguna bacteria o parásito que pueda perjudicar a tus peces.
Aunque la elección de la decoración es siempre algo personal porque debe ser una expresión de tus propios gustos, está bien recordar aquel consejo que dice que, en ocasiones, menos es más. Puedes recrear una escena sencilla pero no recargues la decoración demasiado, que los protagonistas sigan siendo los peces.