El fango es el lodo o sedimento acuoso en el que se concentran los sólidos sedimentados o decantados de una masa de agua. En el fango están presentes patógenos que pueden afectar a la salud de las personas y de otros animales, por lo que es necesario limpiar el agua convenientemente antes de usarla.
Si tienes una piscina, lo mejor para prevenir la aparición del fango es limpiar a diario el fondo de la misma. Para no tener que hacer esta tarea manualmente, puedes comprar un limpiafondos eléctrico o un limpiafondos hidraúlico por aspiración. Los limpiafondos hidraúlicos por aspiración tienen que ser conectados al sistema de depuración de la piscina, pero los eléctricos no. Además, los limpiafondos eléctricos son totalmente autónomos y programables.
Si tu piscina ya tiene el fondo lleno de fango, hay distintos modos de quitarlo del agua. Los métodos más usados son: la decantación y el filtrado.
La decantación consiste en separar el agua de los distintos residuos sólidos haciéndola pasar por varios recipientes. El fango es más denso que el agua por lo que cae al fondo de estos recipientes donde queda acumulado y se obtiene tras cada trasvase un agua cada vez más limpia.
El filtrado consiste en hacer pasar el agua a tratar a través de un depósito de arena de sílice o también llamado sílex. La arena atrapa los residuos sólidos y deja pasar el agua. Para el mantenimiento del filtro, los sistemas de filtrado tienen una opción de vaciado. Además, es necesario cambiar la arena cada cuatro o cinco años.