Aspectos psicológicos de las personas celiacas.

Los enfermos celíacos no tienen una tendencia especial a presentar problemas de corte psicológico, pero el estado de ánimo y las alteraciones mentales que preceden a la exclusión del gluten de la dieta forman un grupo de síntomas característicos.

Dentro de una familia donde existe un miembro celíaco pueden surgir problemas ligados con la angustia que esta alergia puede provocar. Por ejemplo es necesario alertar a los padres de que deben ser objetivos ya que su comportamiento puede ser decisivo, tratando de minimizar el problema con la puesta en práctica de un régimen poco estricto, hasta dramatizar o negar la alergia.

Si el bebé o niño come poco resulta normal ya que no debe pretenderse que su apetito sea normal de inmediato. A medida que el apetito del niño vaya aumentando, y que participe más en comidas familiares, se le irán preparando galletitas y panes sin gluten.

La actitud de los padres y del resto de la familia es muy importante, pues de la aceptación que ellos hagan de la condición celíaca del niño y de la dieta como una forma de vida, también lo aceptará como algo normal en él.

No hay que obsesionarse con cualquier trastorno digestivo, pues todos los niños sufren alguna indisposición en distintas etapas de su vida. Se deberán aceptar las invitaciones a comer fuera de casa, o a pasar un día de excursión, tomando la precaución de mandarle los alimentos adecuados sin gluten.

La situación del niño celíaco debe ser explicada a parientes, amigos y maestros. En un restaurante se pueden pedir carnes, ave o pescado, acompañados con ensaladas, puré, patatas fritas o hervidas, vegetales, evitando comidas con salsas.

El niño celíaco puede llevar una vida sana, normal y feliz, siempre manteniéndose en una dieta estricta “sin gluten”.

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Categorias: Salud
Ultima modificación: 10/03/2013