La delicada piel, al igual que los demás órganos del cuerpo, es muy importante por las distintas funciones que cumple. Todos los cuidados que se le puedan dar son imprescindibles, además de observar a menudo si ésta presenta cambios en el color, lo que se conoce comúnmente como manchas en la piel, soliendo aparecer luego de frecuentes exposiciones a los rayos solares o por otros factores que deberán ser investigados.
Cuando el pigmento en ciertas regiones de la piel se incrementa, se producen estas manchas de melanina. Esta condición de la piel también es conocida como melanodermia, la que debe ser analizada por un profesional para saber qué tratamiento puede dársele y si es posible eliminarla.
Tipos de manchas de piel
En el grupo de las melanodermias genéticas se encuentran los lentigos solares (hiperqueratosis seniles) y aparece en las regiones de la piel en donde ésta es más delgada como en las manos, el rostro, los antebrazos y el escote, suelen ser de color pardo oscuro, con cierta deformidad en la epidermis.
La poiquilodermia de Civatte presenta dilatación de los capilares en la zona con pigmento oscurecido, los poros están muy abiertos, atrofia en la epidermis, y la textura se encuentra afectada.
El lentigo son manchas amplias, de tonalidad parda un poco más acentuada que la de las pecas, pudiendo llegar a medir un par de centímetros, apareciendo en cualquier región de la piel, sin importar si ésta estuvo expuesta a los rayos UV.
La queratosis seborreica es una lesión profunda de la piel parecida a una verruga en su superficie.
Los lunares (nevus) son más comunes, de varios tamaños, algunos son lisos otros no tanto, con vello o sin este, con cierta pigmentación que puede modificarse. La mayor parte de ellos son benignos, pero este puede variar por lo que es bueno observarlos siempre.
Entre las melanodermias adquiridas se encuentra la melasma que es una mancha no muy definida en su color, soliendo aparecer en las zonas del rostro, muchas veces debido a la ingesta prolongada de anticonceptivos o por genética, siendo a su vez clasificado según las características que puede presentar en melasma epidérmico, dérmico o mixto.
También existen manchas que pueden ser provocadas por otros factores como los externos, cuando la piel entra en contacto con ciertos químicos; también por causas biológicas, alimenticias, físicas, endocrinas o glandulares.