Comienza intentando colocar menos sábanas al dormir. Demasiadas sábanas causarán que tu cuerpo retenga una cantidad excesiva de calor durante la noche lo cual causará que sudes más de lo normal. Intenta dormir con la mínima cantidad de sábanas que requieras para permanecer abrigado.
Intenta que la temperatura del cuarto permanezca fresca. Si tu cuarto es demasiado caliente puedes comenzar a sudar durante la noche debido a que la temperatura corporal se incrementa. Si tu cuarto cuenta con ventilas, ábrelas durante algún tiempo para dejar que el calor de la habitación salga o desciende la temperatura de la calefacción si es que cuentas con una.
No utilices capas extras de ropa para ir a la cama. Si bien puede sentirse agradable en el principio, todas las capas extra de ropa pueden atrapar demasiado calor corporal y contribuir al sudado excesivo durante la noche. En vez de eso, utiliza ropa ligera y fresca para ir a la cama que le permita a tu cuerpo ventilarse mientras estás dormido.
Asegúrate de contar con sábanas transpirantes en cama. Las barreras alergénicas o los protectores plásticos para el colchón funcionan bastante bien para proteger tu colchón pero no le permiten respirar a tu piel cuando te colocas sobre éstos. Coloca un conjunto de sábanas de algodón de buena calidad y no utilices barreras extra o capas de más debajo que puedan hacer que tu piel se pegue a éstas durante la noche.
Intenta permanecer calmado y libera cualquier estrés que tengas en tu vida. Algunas veces, los sudores nocturnos pueden ser causados por una cantidad excesiva de ansiedad o estrés, por lo que es importante mantener tu vida tan libre de estrés como sea posible y también libre de preocupaciones.