Cómo evitar un golpe de calor

Durante las temporadas cuando la temperatura del ambiente se eleva considerablemente, o el cambio de temperatura se da de una manera muy brusca, suele suceder lo que se llama insolación o golpe de calor, pudiendo afectar gravemente el óptimo funcionamiento de los órganos del cuerpo, pues éstos se ven comprometidos por el aumento de la temperatura, resultando en graves consecuencias.

La temperatura en que el organismo funciona normalmente se encuentra por debajo de los 39,4° C, una vez que supera este nivel (en menos de 15 minutos), desde los 39,4° C a los 42° C, comienzan los efectos del golpe de calor, afectando en primer lugar al cerebro, a los riñones y luego a los demás órganos.

Si el golpe de calor no es tratado con celeridad, pueden darse daños irreversibles a éstos órganos y al organismo en general, por eso es importante actuar rápido cuando note que una persona está padeciendo de los síntomas de insolación (mareos, náuseas, dolor de cabeza enrojecimiento de la piel, la cual está también reseca y caliente, el pulso es débil y también la respiración), e incluso llamar a urgencias en el caso de que haya pérdida de consciencia.

Las personas que se encuentran con más vulnerabilidad de padecerlo son los niños aún de muy corta edad, y los adultos mayores, quienes estén poco hidratados, sumando a esto la posibilidad de que esté padeciendo alguna enfermedad, la cual puede verse incrementada por el aumento de temperatura, agravándose los síntomas propios de ésta.

Otro grupo también muy afectado es el de los deportistas, quienes suelen entrenar por muchas horas, a altas temperaturas, derivando en el golpe de calor o hipertermia.

Prevenir golpes de calor

■      Imprescindible es el consumo constante de agua unos 2 litros diarios, jugos, bebidas isotónicas. No espere a tener sed para ingerir líquidos, pues la sed es ya uno de los síntomas de deshidratación.

■      Evitar actividades físicas o exposiciones al sol desde las 10:30 de la mañana hasta aproximadamente las 17 horas.

■      Evite exponerse a cambios bruscos de temperatura. Regule la temperatura del acondicionador de aire, de manera a que mantenga el ambiente ligeramente fresco, sin exagerar, y así ayudar a su cuerpo a que esté relativamente aclimatado a ambas temperaturas, la interior y la de la calle.

■      La vestimenta que utilice durante estas épocas debe estar hecha con tejidos frescos, que permitan que su cuerpo se refrigere, así como el algodón. Utilizar gorros, gafas y bloqueadores solares para proteger la porción de piel expuesta, si es necesario.

■      Cuidar constantemente a los niños y los adultos mayores, evitando que se expongan mucho al sol y asegurándose de que beban constantemente muchos líquidos.

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Categorias: Salud
Ultima modificación: 11/11/2013