Las mujeres siempre tenemos el mismo problema: queremos estar más delgadas. Pero la comida es una gran tentación que nos vence y nos lo pone más complicado. Además, no todas disponemos del tiempo necesario para hacer ejercicio, así que hay que pasar a las dietas. Cada cuerpo es diferente, por lo que cada persona necesitará un tipo concreto de dieta: hay cuerpos que absorben mejor las proteínas, otros los carbohidratos, etc.
Para hacer una buena dieta, primero tenemos que conocer bien nuestro cuerpo. Hay una dieta que se llama del grupo sanguíneo, que, según tu grupo (A, B, O, AB) unos alimentos harán que adelgaces más que otros. Por ejemplo, para los del grupo A es preferible comer más pescado y verduras y poca carne, mientras que los del grupo O, necesitan más carne y menos pescado.
Para conocer nuestro cuerpo, aparte de esta opción, se puede consultar también a especialistas, o probar unos meses comiendo un tipo mayor de alimentos y otro mes lo contrario y comprobar con qué tipo adelgazamos más. La mejor manera de conocer nuestro propio cuerpo es probando.
La buena digestión también favorece a la hora de elegir. Siempre hay alimentos que nos cuesta más digerir que otros. Los que tengan una mayor dificultad serán peores a la hora de la dieta, puesto que el cuerpo deberá hacer más esfuerzos para digerirlos y, por tanto, engordaremos más. Por eso se recomiendan los alimentos ligeros a la hora de las dietas.
Una vez conozcamos nuestro cuerpo y grupo sanguíneo, bastará con mantener una constante y buena alimentación, y saltarse sólo la dieta en casos especiales y nunca excediéndose demasiado, puesto que de esta forma, no servirá para nada.