Los preservativos son un anticonceptivo de barrera que, por añadidura, reducen notablemente el contagio de enfermedades de transmisión sexual como la sífilis, la gonorrea, los herpes y el VIH. De ahí la importancia de propagar su uso correcto. Veamos algunos consejos para lograrlo.
- Elije una marca de preservativo reconocida por su calidad, alejando así la posibilidad de que se rompan durante el acto sexual.
- Compra una talla adecuada al largo de tu pene en erección.
- Siempre ponte el preservativo sobre el pene erecto, tratando de que lo cubra desde el prepucio hasta su base de forma ajustada y sin pliegues que faciliten su caída.
- Usa un preservativo nuevo para cada coito.
- Con independencia del tipo de relación sexual que practiques, incluyendo el sexo anal y oral, siempre usa el preservativo como medio insustituible de protección mutua.
- Durante el coito, echa un vistazo de vez en cuando a ver si se ha movido o salido. Si es así, deberás recolocarlo o mejor ponerte uno nuevo.
- Si practicas la alternancia entre los coitos vaginal y anal, cuando vayas del primero al segundo comprueba que el preservativo sigue correctamente colocado.
- En el caso contrario –del ano a la vagina- deberás cambiarlo por uno nuevo para proteger la salud del órgano sexual de tu pareja, pues en el recto concurren varios microorganismos que podrían trasladarse a la vagina.