El orégano ha tenido un papel fundamental dentro de la cocina internacional, muchas personas lo catalogan como uno de los principales condimentos en deliciosos paltillos ya que tiene un sabor y olor únicos, pero esta plata no sólo sirve para condimentar paltillos o bebidas, también es una de las plantas clásicas entre la herboristería, por ejemplo:
Las tisanas. Esta es una bebida ideal para el resfrío, estimular la digestión, calmar espasmos intestinales y menstruales, así como para tratar dolores de cabeza, fatiga e insomnio. Esta bebida se prepara colocando una cucharada de hojas y flores trituradas de orégano en un recipiente, se dejan reposar durante 5 o 10 minutos en agua hirviendo y la infusión se endulza con miel. Si la persona no desea tomar la bebida otra opción es respirar profundamente el vapor que desprende la infusión, con esto se lograrán destapar por completo las fosas nasales.
Pomadas y cremas. El orégano también sirven para tratar fuertes dolores musculares, la forma de preparación es: se cortan y se machacan las hojas del orégano, posteriormente se calienta una sartén con un poco de aceite para luego poner las hojas del orégano, posteriormente el resultado se unta como una crema o pomada sobre la parte afectada y en un par de minutos el dolor irá desapareciendo.
Baño relajante. Otra manera de utilizar el orégano es meterse a la bañera y esparcir sobre el agua un ramo de orégano, es importante que contenga flores ya que los pequeños pétalos blancos serán los que actúen, sobre todo como un relajante muscular.