El Relenza, al igual que el Tamiflú, pertenece a un grupo de medicamentos denominados antivirales, siendo un inhibidor de la neuraminidasa, una enzima que se encuentra en la superficie del virus de la gripe, y actúa impidiendo que éste se replique. Al contrario que el tamiflú, de administración oral, el Relenza tiene que ser inhalado y entra directamente en el tracto respiratorio.
Relenza está indicado para el tratamiento de la gripe tanto A como B en adultos y adolescentes, a partir de 12 años, que muestren síntomas típicos de la gripe.
El tratamiento debe iniciarse lo antes posible, en el espacio de 48 horas tras la aparición de los síntomas. Este medicamento se administra en el tracto respiratorio mediante inhalación oral únicamente, empleando el dispositivo que se proporciona junto a él. La dosis recomendada de Relenza es de dos inhalaciones, dos veces al día durante cinco días. Si se padece asma los fármacos inhalados deben administrarse antes del Relenza. En caso de olvido de una dosis, tome la siguiente tan pronto como lo recuerde y continúe como al principio.
En cuanto a sus efectos secundarios no se ha evaluado la eficacia y seguridad de Relenza en niños. Su eficacia tampoco ha sido demostrada en ancianos, en pacientes con enfermedades crónicas inestables o pacientes inmunodeprimidos. En pacientes con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica se han dado algunos casos de dificultad respiratoria, por lo que se deberá tener disponible un broncodilatador de acción rápida.
En caso de que se perciban síntomas adversos se debe suspender la administración del fármaco y consultar con el médico lo antes posible. No se debe utilizar Relenza en el embarazo a menos que se considere que el beneficio esperado para la madre compensa cualquier posible riesgo para el feto. Tampoco se recomienda su uso durante el período de lactancia.