Todos los años saltan en los medios de comunicación nuevos brotes de la gripe A(N1H1) o más conocida como la gripe porcina.
Si vamos a viajar en avión a una zona afectada por la gripe A N1H1 o gripe porcina deberemos hacerlo extremando las precauciones higiénicas. Es recomendable que viajemos con unos guantes de látex o de goma que podemos encontrar en cualquier farmacia así como utilizar mascarillas de tela que nos servirán de filtro a la hora de respirar.
La compañía aérea esta obligada a facilitar dicho material pero es mejor ir preparados con el nuestro. Al mismo tiempo, deberemos estar alerta para que ningún viajero de a bordo del avión presente ninguno de los síntomas. Los síntomas de esta enfermedad son los habituales de una gripe: fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, cansancio, tos, pérdida de apetito, mareo, diarrea… por lo que si vemos que alguien cercano a nosotros presenta ese cuadro clínico avisaremos a alguna azafata y la avisaremos.
El personal a bordo del avión ha recibido entrenamiento específico para tales situaciones por lo que generalmente lo que realizarán será llevar a la persona a la parte trasera del avión para evitar el riesgo de contagio del resto de pasajeros. No debes preocuparte pues que presente dichos síntomas no quiere decir que este infectado o que nos haya infectado.
Ante todo no debemos alarmarnos aunque se trate de una enfermedad mortal esta es tratable y se puede curar si se toman las medidas oportunas y rápidas.