Los quistes sebáceos son formaciones benignas que no tienen consecuencias para la salud pero afectan a la estética y pueden causar problemas de autoestima e inseguridad.
Se forman cuando las secreciones de los folículos pilosos no se drenan hacia el exterior de la piel y es quedan retenidas dentro de una especie de saco donde empiezan a solidificarse. También se llaman quistes epidérmicos o de queratina y aparecen como una pequeña protuberancia en la piel dura y de color blanco amarillento que puede quedarse inalterable o ir creciendo gradualmente.
Cuando están rojos, pican, presentan ardor o cualquier tipo de molestia hay que ir al médico porque puede que haya infección y se debe recibir tratamiento con antibióticos. Muchas veces, el médico cree que es necesario quitarlos y hace una cirugía rápida y sencilla que se realiza en el mismo consultorio y no necesita reposo o medidas especiales. No hay tratamientos médicos ni remedios caseros infalibles para que desaparezcan definitivamente los quistes sebáceos, pero hay remedios naturales que pueden ayudar a que los quistes se disuelvan o drenen su contenido y en muchos casos no vuelven a formarse. Se puede poner sobre el quiste un trozo de pulpa de aloe vera, sujetándolo con una cinta y dejándolo durante algunas horas. También podemos poner una compresa con agua caliente para que se disuelva el sebo y así se facilita su drenaje.
Si ponemos arcilla, la arcilla tiene la propiedad de sacar al exterior de la piel las sustancias que obstruyen los poros. Podemos cortar una cebolla y calentarla con una gota de aceite y cuando tenga calor (sin llegar a quemar) se retira y se pone sobre el quiste sujetándola con cinta adhesiva, hacemos esto durante varios días y dejamos la cebolla la cebolla sobre la piel dos o tres horas. También podemos poner manteca tibia sobre el quiste sebáceo masajeando suavemente para que penetre en la piel y reduzca la hinchazón. Si el quiste se inflama o se pone sensible o grande, el médico puede drenarlo o hacer una cirugía para extirparlo.