Dejar de fumar y no engordar

Se suele engordar una media de cinco kilos después de dejar de fumar debido a la ansiedad que se genera. Esto sumado a que la nicotina contribuye a quemar calorías junto a una falsa sensación de saciedad hace que dejar de fumar suela ir acompañado de un aumento de peso.

Este incremento del apetito no desaparece hasta pasados seis meses, momento en el que desaparece completamente el síndrome de abstinencia. Esta abstinencia se puede controlar o paliar de diferentes formas. La primera de ellas será por medio del empleo de los famosos parches de nicotina. La segunda por medio de un nuevo fármaco compuesto por la naltrexona. Este compuesto tras un reciente estudio se ha demostrado que impide que las personas engorden durante los fatídicos primeros meses. De esta forma se logrará no engordar gracias a un medicamento.

Sin embargo, la forma más sana de no engordar es la de la vieja usanza, es decir, aprovechar la situación y el cambio para introducir mejoras en la salud. En el momento en el que se deje de fumar es recomendable introducir una dieta sana respetando los horarios de las comidas. De esta forma, se logrará respetar las comidas y no se comerá a todas horas ya que la sensación de saciedad será plena. Si junto a la dieta logramos introducir algún tipo de deporte no sólo estaremos evitando coger peso sino que además lograremos una vía de escape para liberar las tensiones acumuladas durante la jornada. De esta forma, en tan sólo un par de meses no habremos no engordado sino que habremos perdido peso.

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Categorias: Salud
Ultima modificación: 11/05/2013