Dietas a base de proteínas

La dieta a base de proteínas o dieta Atkins, llamad así por el nombre de su creador, Robert Atkins, surgió en EEUU y gracias a los asombrosos resultados obtenidos su fama se extendió rápidamente. La dieta consiste en comer mayormente proteínas y grasas evitando los hidratos de carbono.

El mecanismo de este régimen radica en un mecanismo básico del metabolismo y catabolismo del cuerpo humano. Nuestro organismo degrada o quema los hidratos de carbono para obtener energía, sin embargo las proteínas necesitan un largo proceso de degradación para convertirse en glucosa, por lo tanto se acumulan en forma de grasa. Si reducimos los hidratos de carbono, nuestro organismo se ve obligado a recurrir a esas y quemarlas para obtener energía.

En esta dieta se debe ingerir un 90% de proteínas, carnes de todo tipo (blancas o rojas), pescado, marisco, huevos, queso, aceite, nata, manteca, mantequillas, etc., pero sólo se puede ingerir un 10% de hidratos en forma de verduras y hortalizas. A toda costa hay que evitar los hidratos de pastas, cereales, pan, arroz, patatas, frutas, legumbres, harinas, azúcar, miel o bebidas alcohólicas. En pequeñas cantidades se pueden ingerir lácteos como la leche y el yogurt o verduras farináceas como el calabacín, la zanahoria o la berenjena.

Como ejemplo siguiendo esta dieta en un día a la hora de desayunar se tomaría huevos con beicon y un café; para el almuerzo tomates con jamón serrano o con salmón; para comer carne (cordero, ternera, cerdo, pollo) con ensalada y un yogurt; de merienda queso con jamón york y para cenar pescados o mariscos con ensalada o parrillada de verduras.

Los peligros de esta dieta son que pueden darse carencias de vitaminas y la degradación de las proteínas produce sustancias tóxicas que pueden dañar la función hepática y renal.

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Categorias: Salud
Ultima modificación: 11/05/2013