Aunque no reparemos en ello resulta importante para nuestra salud cuidar de nuestro suelo pélvico. Se conoce por este nombre al grupo de músculos delimitados por las nalgas, los muslos y la pelvis y son de vital importancia ya que son el sostén natural para todos los órganos de la parte baja del abdomen, desde la vejiga y el útero hasta el intestino inferior. Un suelo pélvico en buen estado puede ayudarnos a luchar en contra de la incómoda incontinencia urinaria. Para el tratamiento o la rehabilitación de un suelo pélvico son muy recomendables los ejercicios de Kegel; veamos en qué consisten.
Son en realidad unos ejercicios muy simples que se pueden practicar todos los días para fortalecer los músculos perineales, especialmente en casos de suelo pélvico debilitado.
Antes de realizar estos ejercicios hay que localizar los músculos perineales. Para ello un buen ejercicio es realizar la acción de intentar retener la salida de la orina y volver a dejarla salir. Así sabremos qué músculos vamos a trabajar especialmente.
Para realizar el ejercicio apretaremos el músculo, manteniéndolo apretado durante dos o tres segundos para a continuación relajarse. Apretaremos el músculo y lo relajaremos lo más rápidamente posible en al menos 5 ocasiones.
Es importante saber que para que los ejercicios de Kegel tengan el efecto deseado hay que ser constante. Es importante ser constantes y realizar los ejercicios diariamente durante al menos 15 minutos, la clave esta en introducirlos en nuestra rutina diaria cosa que no nos costara demasiado ya que debido a su sencillez, estos ejercicios pueden realizarse en cualquier lugar y en cualquier momento, incluso cuando nos encontramos realizando cualquier otro tipo de tarea, ya sea conducir, realizar las tareas domésticas o en el trabajo.