El fruto del jujube y sus muchos usos

Azufaifo, jujube, ginjolero y zofaifo son algunos de los nombres comunes con que se identifica en el área hispanohablante el fruto de Ziziphus jujuba, una de las decenas de especies del género Ziziphus, compuesto por arbusto espinosos de la familia de las Rhamnaceaes.

Esta planta de origen asiático se cultiva desde hace cuatro milenios en China, habiéndose extendido al sur de Europa, norte de África, Oriente Medio y los Estados Unidos, entre otros muchos lugares.

Sus frutos tienen la doble función de servir como alimento y planta medicinal. El jujube destaca por su elevado contenido en vitamina C, unas 20 veces mayor que en los cítricos. Además aporta proteínas, grasas monoinsaturadas, potasio, fósforo, calcio, sodio, hierro y fibra vegetal.

En la cocina se emplea el jujube principalmente como dulce, en mermeladas, escarchados y tortas. Pero en la medicina tradicional china e hindú se viene utilizando desde los tiempos más antiguos.

Los principios bioactivos del jujube (glúcidos, mucílagos y taninos, entre otros) le otorgan facultades curativas, estimulantes del sistema inmunológico y anticancerígenas comprobadas.

La corteza del arbusto, por ejemplo, se emplea como antidiarreico; sus hojas en cocimiento contra la diabetes,                 además actúan como estimulante, astringente e hipoglucemiante; sus frutos, altamente nutritivos, sirven también como expectorante, depurativo, tónico y emoliente. Las raíces hervidas de esta planta constituyen un excelente febrífugo.

El jujube se emplea también como medicamento tópico en compresas, gárgaras, lavados, irrigaciones vaginales y colutorios para enfrentar dolencias cutáneas, micosis, infecciones bacterianas y la cicatrización de heridas.

Sobre el artículo

Categorias: Salud
Ultima modificación: 06/11/2012