La presión arterial alta, más conocida como hipertensión, es una enfermedad de la edad moderna. Debido al ritmo de vida veloz y el estrés físico y mental nuestra presión arterial sufre y se incrementa. Esta enfermedad puede afectar a cualquiera mayor de treinta años, aumentando el riesgo de enfermedades del corazón y enfermedad del riñón a medida que envejecemos.
Para prevenirlo se pueden adoptar cambios saludables tratando de mantener un peso equilibrado, practicar alguna actividad física y seguir un plan de alimentación saludable, con especial énfasis en las frutas y verduras.
Las frutas aportan fibra y vitaminas y son muy saludables, pero algunas de ellas son muy beneficiosas para regular la presión arterial. Por ejemplo el mango, llamado la fruta del corazón, posee mucha vitamina A que resulta excelente para las cardiopatías y válvulas arteriales.
También la manzana ayuda a proteger el corazón y los vasos sanguíneos por su alto contenido en pectina. La piña, con sus grandes cantidades de potasio y bajos niveles de sodio, puede ayudar a mantener en un nivel normal la presión sanguínea. Por otra parte la eficacia de los alimentos ricos en potasio, como los plátanos, ayudan a la reducción de la presión arterial y la protección contra las enfermedades cardíacas y accidentes cardiovasculares.
La sandía ayuda a mejorar las complicaciones cardiovasculares, debido sobretodo a los nutrientes encontrados en esta fruta como las vitaminas A, B6 y C, además de aportar fibra, potasio y licopeno que es un potente antioxidante.
Por último el maracayá es una gran fuente de potasio, ya que se calcula que cada taza de esta fruta cruda proporciona 821 mg de potasio y una taza de jugo de maracuyá puede aportarnos uno 687 mg. El potasio es un mineral esencial para la regulación de la presión arterial.