Fuentes y recomendaciones de consumo de la fibra vegetal

La fibra vegetal podemos encontrarla en los cereales y las legumbres, así como en las verduras y frutas. Aunque existen varios tipos de fibra todos ellos resultan beneficiosos para nuestra salud, ya sea la celulosa de los granos de cereales o legumbres, las hemicelulosas, las pectinas (que encontramos en muchas frutas) o la lignina, que forma la parte más fibrosa de distintas verduras y hortalizas y también de ciertas frutas como la piña. Estos tipos de fibra no son digeridos por el intestino humano, por lo que se la considera como fibra insoluble, limpiando el aparato digestivo.

En la sociedad moderna se viene comprobando que la dieta que tomamos es pobre en fibra, se consumen cereales pero refinados, así como demasiados productos cárnicos y poca fruta y verdura. Hay estudios que relacionan la baja ingesta de fibra con la enfermedad aterosclerosa. Algunos autores aconsejan una ingesta diaria de un mínimo de 20 a 30 g de fibra vegetal.

Aunque la fibra es saludable no cabe llegar a un consumo excesivo de la misma. Se ha comprobado que el consumo habitual de alimentos ricos en fibra, principalmente celulosa, aumenta la excreción intestinal de algunos elementos químicos esenciales con alta presencia de fitatos, con los que se pueden formar sales insolubles. Algunos tipos de fibra están contraindicados en diversas enfermedades digestivas, ya sea por su carácter de irritantes físicos de las mucosas dañadas, o por su capacidad de provocar diarreas en ciertos estados.

Pero exceptuando casos concretos la fibra resulta beneficiosa para la mayoría de la población, y en general, los alimentos fuentes de fibra vegetal consumidos en crudo ejercerán su acción con mayor intensidad que hervidos. Por ello siempre es recomendable tomar ensaladas al menos una vez al día.

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Categorias: Salud
Ultima modificación: 11/05/2013