Uno de los alimentos indispensables en la dieta regular, es la fibra, cuya importancia muchas veces es olvidada o desconocida por falta de adecuada información sobre la misma. Sin la fibra, la digestión se puede ralentizar, tornándose el proceso mucho más difícil para el organismo, que incluso puede llevar a problemas como el estreñimiento, aumento en los niveles de colesterol o azúcar en sangre.
Existen dos tipos de fibras, siendo una clasificada como las solubles que son los mucilagos las pectinas y las gomas; y las fibras insolubles que son la lignina la celulosa y la hemicelulosa. La fibra soluble es la que se digiere casi en su totalidad, mediante la fermentación, utilizando agua en el proceso digestivo, transformándose en un tipo de gel, prolongando la digestión, lo que a su vez ayuda a mantener la saciedad por más tiempo, haciendo mucho más sencilla la posterior evacuación. Con respecto a las fibras insolubles, en el caso de la celulosa, esta es digerida en un 50%, la lignina y la hemicelulosa absorben líquido, lo que aumenta la cantidad de materia fecal.
Con el transcurrir de los años, la alimentación de nuestras sociedades ha ido cambiando, en muchos casos muy drásticamente, pudiendo ser comparadas los estilos de alimentación actual con las de antaño, en donde las personas naturalmente incluían en su dieta diaria, una muy buena cantidad de fibra en sus comidas del día a día, como muchas legumbres, cereales, verduras, pescados y frutas.
Sin embargo, en nuestros días, la mayoría de los alimentos consumidos son muy refinados, casi sin fibras o ninguna, con muchos azúcares y grasas, además de excesiva cantidad de carbohidratos y carne, siendo ésta última prácticamente impuesta a la dieta como reemplazo, poco saludable de las legumbres, obligando a las personas a depender, artificial y exclusivamente de alimentos de origen animal, en detrimento de su propia salud. Lo mismo sucede con las frutas, que fueron reemplazadas por golosinas u otros alimentos excesivamente azucarados.
Por esta razón, para prevenir problemas cardiovasculares, estreñimiento, hipertensión, cáncer de colon, hemorroides, etc., es imprescindible incluir fibras en la dieta, todos los días.